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| Foto: Marta G. Brea/Faro de Vigo |
El Celta viaja a Vitoria sin ninguna ausencia por lesión o por sanción, después de que Renato Tapia cumpliese su castigo el pasado sábado ante el Villarreal por acumular cinco cartulinas amarillas. En todo caso, dos jugadores del Celta tendrán que estar muy atentos durante el encuentro, para evitar perderse el siguiente partido por el mismo motivo.
Iago Aspas y Augusto Solari llegan a este encuentro con cuatro tarjetas, a punto de cumplir el primer ciclo de amonestaciones del curso. Lo hacen además con un colegiado complicado. Pablo González Fuertes, además de ser gafe para el Celta, es un árbitro que ha demostrado a lo largo de sus temporadas en Primera División que no tolera bien la protesta, motivo por el que casi siempre es amonestado Aspas.
Lo vimos en aquel partido de Getafe, de infausto recuerdo para el celtismo, cuando expulsó a Maxi Gómez con dos amarillas en menos de un minuto, después de que el delantero uruguayo aplaudiera con sorna una decisión del colegiado asturiano.
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