Fausto Cervi y otros futbolistas chechenos



Hace un tiempo leí un tuit de Carlos Martínez, el narrador estrella de Movistar, en el que lamentaba que los aficionados del Madrid lo acusasen de ser del Barcelona, mientras que los culés lo acusaban de ser madridista. Se quejaba porque si ambos afirmaban eso tenían que estar equivocados, pero lo más probable es que todos tuviesen razón. 

Carlos Martínez no es del Madrid ni del Barcelona, o al menos no se le nota demasiado, pero después de tantos años narrando únicamente a estos equipos, han acabado por dejar de importarle los demás. Lo vemos cada vez que al Celta le toca en suerte uno de estos equipos con él narrando. El Celta le importa poco o muy poco, porque cree que la gente que se sienta a ver un partido solo espera que hable de los grandes. 

Ayer fue bastante notorio su error con Franco Cervi, al que renombró como Fausto Cervi en un par de ocasiones. No hablamos de un jugador desconocido, tiene una trayectoria en Europa, en un grande de esos que le gustan a él como el Benfica, y aunque nunca había jugado en La Liga, los buenos aficionados al fútbol deberían conocerlo. Él no, porque no juega en uno de los grandes. 

Carlos Martínez es, probablemente, el mejor narrador de fútbol en televisión que ha dado este país, seguramente en toda su historia. Su forma de contar lo que pasa sobre el terreno de juego transformó por completo las narraciones televisivas desde su debut en canal +, hace más de tres décadas. Junto a Michael Robinson formó una pareja legendaria, que recordaremos durante muchos años. 

Tras el fallecimiento del comentarista británico, se han unido a Carlos Martínez otros expertos, que, desgraciadamente, suelen cojear del mismo pie. Ayer tenía a su lado a Álvaro Benito, que es bastante atinado en sus comentarios y ecuánime con ambos equipos, especialmente si lo comparamos con lo que le rodea, y Jorge Valdano, que sería un excelente comentarista si supiera que no juega solo el Madrid. 

La sensación que le queda a uno cuando se sienta delante de la tele a ver estos partidos es que el Celta es como ese equipo checheno que se ha colado en la fase de grupos después de superar varias previas. Casi como una anécdota. Que si, tiene a un jugador llamado Iago Aspas al que todos conocen, y que está rodeado de “buenos peloteros”. Sin más. Ese equipo checheno simpático, que nos cae bien, y en el que juegan once mozalbetes de los que no recordaré el nombre mañana. 

0 comentarios:

Publicar un comentario