Dani Molina abandonó Vigo el pasado verano después de ser una pieza muy importante en el Celta B durante las cuatro temporadas anteriores. El centrocampista onubense llegó a vestir la camiseta celeste en un centenar de ocasiones, pero al no tener sitio en el primer equipo, con el que solo pudo jugar un encuentro oficial, abandonó el Celta definitivamente en el verano de 2020.
El futbolista andaluz fichó el pasado verano por el Extremadura, que lo cedió inmediatamente al Recreativo de Huelva, al no contar para el entrenador. En el equipo de su casa, en el que se formó como futbolista, disputó 21 encuentros, pero no pudo evitar el descenso del decano a la Tercera RFEF, en la que militará la próxima temporada.
El futuro de Dani Molina no está claro. Tiene que regresar al Extremadura, que jugará en Primera RFEF, donde tiene dos años más de contrato, pero según la prensa onubense están intentando rescindir su contrato o buscar una nueva cesión. El Villanovense, que milita en la Segunda RFEF puede ser su destino según estas informaciones.
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