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| Foto: Óscar Vázquez/La Voz de Galicia |
El caso Vadillo es uno de los más extraños en la historia reciente del Celta. Fichado hace apenas un par de meses, con el beneplácito del técnico, según afirmó Felipe Miñambres el miércoles en rueda de prensa, acabó marchándose cedido sin haber debutado en partido oficial. Una situación rocambolesca que desnuda la improvisación que reinó este verano en casa Celta.
El propio futbolista así lo ha reconocido tras llegar al Espanyol, en declaraciones recogidas por Faro de Vigo: “En esta pretemporada viví una situación difícil e inexplicable por mi parte. En cuanto veía como estaban sucediendo las cosas en Vigo, hablé con mi agente para buscar una solución. Salió la opción del Espanyol y no me lo pensé en ningún momento. Lo que quiero es jugar, mostrar mi fútbol, sea dónde sea y en la categoría que sea. Quiero demostrar que soy válido y sobre todo disfrutar”, señaló.
El extremo andaluz ya debutó el pasado fin de semana con su nuevo equipo, con el que jugará cedido toda esta temporada. En el contrato de cesión se incluye una cláusula de compra obligatoria en caso de ascenso del Espanyol, por lo que es muy posible que Vadillo no vuelva a vestirse la camiseta celeste.
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