El Celta ha perdido dos de las tres oportunidades que tenía para sellar su salvación, y se ve abocado a una jornada final de infarto en la que está obligado a ganar ante el Espanyol en lo que es ya la última bala de la temporada.
Al pésimo estado anímico de los jugadores y la falta de fútbol que han mostrado en los últimos encuentros, se unen las bajas con las que concurrirán los de Óscar García a este encuentro. Además de las bajas de Rubén Blanco y Denis Suárez, se han unido las de Rafinha, que vio la quinta tarjeta amarilla y cumplirá ciclo de sanción, y la de Nolito, expulsado en el descuento del partido de esta noche.
Por si fuera poco son duda para este choque Smolov y Aidoo, que no jugó hoy por lesión, y que probablemente tampoco podrá estar el domingo. Otros jugadores como Kevin y Murillo se mostraron muy fatigados esta noche, y Araujo se retiró con un golpe en la cabeza cuyo alcance se conocerá en las próximas horas. Esperemos que no sea nada y pueda jugar el domingo. No son los únicos, porque el equipo en general se ha visto muy justo, y con 72 horas será complicado cambiar la cara.
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