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| Foto: LFP |
Cuando acabó el partido contra el Valladolid, el celtismo buscaba soluciones para la crisis goleadora del Celta. Nadie, salvo Miñambres, Chaves y Mouriño, se podían imaginar que uno de los goles contra el Alavés lo marcaría Nolito. Ha sido todo tan rápido que cuesta asimilar que ese número 3 que corretea por la banda es el añorado futbolista andaluz, que tan felices nos hizo durante tres años.
Pero es real. Nolito no empezó el partido de inicio, y el equipo demostró que podía marcar muchos goles sin él. Al descanso el partido acabó con 4-0, en un escenario perfecto para que el sanluqueño dispusiese de toda la segunda parte para recordar que el que tuvo, retuvo.
No hizo más que verlo de nuevo con la celeste para ver que parece el de siempre. Seguramente el físico no sea el mismo, y ya no está para jugar 35 partidos en plan súper estrella, pero sigue teniendo la misma inteligencia futbolística de la que hizo gala en Vigo, sigue tirando los penaltis igual de bien, y aún tiene tiempo para fantasías como la vista en el gol de Santi Mina, con un gran pase, de esos que habitualmente no damos.
Es un futbolista que sin duda alguna va a hacer mejor al Celta. Hoy entró con todo de cara. El partido lo resolvieron sus compañeros, pero ha demostrado que él también ha venido para resolverlos. Y volveremos a ver, como hoy, golitos de nolito. Qué falta nos hacían.
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