Mallorca 5 - Celta 1 | Una tarde tonta complica la permanencia


Es realmente complicado escribir la crónica de un 5-1 en contra y conseguir explicar que la superioridad no ha sido la que indica el marcador. De Burgos Bengoetxea, como hizo en el partido de la primera vuelta, puso de su parte inventándose un penalti a favor del Mallorca que marcó el partido. Después el equipo bermellón mostró una efectividad cara a puerta que de haberla tenido toda la temporada ahora estaría peleando por cotas mayores. El Celta tuvo ocasiones, pero el palo o Reina parándolo todo y evitando un gol fantasma, imposibilitó la remontada. Golpe duro para el Celta. 

El equipo que puso en liza Óscar García fue más o menos lo esperado, con defensa de cuatro, Okay y Bradaric en el doble pivote, y arriba la entrada de Santi Mina como titular en lugar de Smolov. Empezó bien el Celta, dominando el partido, y teniendo una ocasión por medio de Bradaric. 

Pero a los 10 minutos cambió el partido con un penalti inexplicable que solo vio De Burgos Bengoetxea. El error es doblemente grave porque el colegiado se dirigió a la pantalla para ver la jugada repetida varias veces. Después de más de cinco minutos de indecisión, acabó señalando el punto de penalti. Budimir transformó la pena máxima. 

El Celta reaccionó muy bien a este gol, y tuvo el empate por medio de Bradaric, que tras una pared se plantó solo y remató a placer, pero Reina estuvo inconmensurable. A renglón seguido la ocasión más clara en la cabeza de Murillo, que remató un centro lateral encontrándose nuevamente con la respuesta del guardameta mallorquín. La jugada ofrece dudas, aunque da la sensación de que el balón no llega a rebasar completamente la línea de gol. 

A pesar de ir por detrás en el marcador, el Celta estaba mejor y daba la sensación de que el empate podía llegar en cualquier momento, pero lo que llegó fue el segundo gol del equipo balear, por medio de Cucho, tras una interesante maniobra en el área celeste. Por si los problemas no fuesen suficientes, en la acción anterior al gol del Mallorca se lesionó Denis Suárez, obligado a abandonar el terreno de juego. Nolito entró en su lugar. 

Eran demasiados golpes en menos de media hora para un Celta, que no va sobrado de moral, y que recibiría otra bofetada al borde del descanso con el tercero de Mallorca, obra de Pozo. Otro tanto de bella factura. 

El Celta regresó del descanso con Smolov, que sustituía a Okay, y un aire nuevo. Encerró al Mallorca durante los primeros minutos y encontró premio en un penalti, también inexistente que transformó Aspas. El pésimo De Burgos Bengoetxea hizo lo peor que puede hacer un árbitro; aplicar la compensación. Pero no es lo mismo un penalti a favor con 0-0, que con 3-0 en contra. 

En todo caso quedaba mucho partido para remontar, y el Celta estaba mejor, pero en otra demostración de que este no era el día para los de Óscar García, Budimir transformó el 4-1 en un despiste de la zaga casi a renglón seguido del tanto celeste. Fue en ese punto en el que se acabó el partido. Todo lo que pasó a continuación fue un doloroso trámite para el Celta, que incluyó otro golazo de Salva Sevilla para poner el 5-1 que ya sería definitivo. 

El Celta desapareció en los últimos minutos, dolido y golpeado tras perder de forma dantesca una oportunidad de oro para dejar sentenciada la permanencia. Tocará seguir remando y sufriendo. La ventaja sigue siendo importante, son 5 puntos, con 15 en juego. Hay que levantarse y seguir. 

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