Doctor Sisto y Mr. Pione


Foto: M. Moralejo/La Voz de Galicia
Pione Sisto no fue el responsable único de la derrota del Celta. Para encontrar los culpables hay que mirar a todo el equipo, que no estuvo a a la altura, salvo quizás Murillo y sobre todo Rubén Blanco, pero lo cierto es que hay ciertos fallos puntuales, que por evidentes y decisivos, hacen que el foco apunten hacia ellos. 

El internacional danés no tiene término de medio. Es capaz de salir para resolver un partido con un gol en el descuento ante el Sevilla que acerca la permanencia, y también de perder dos balones idénticos en el tramo final del partido de ayer. Uno sin llegar al lamento, porque la genialidad de Bacca no encontró portería, y otro con consecuencias funestas en forma de gol de Manu Trigueros. 

Que Sisto no tenía su día ayer se vio desde el principio. Basta una imagen para ilustrar su actuación, cuando intentó poner un centro desde la línea de fondo acabando por los suelos y el balón en las vallas publicitarias. Porque él es así, no admite grises, o blanco o negro. O es genial o es dantesco. La versión futbolista de Doctor Jekyl y Mr. Hyde, en una suerte de Doctor Sisto o Mr. Pione. Tenemos que asumir que esto es así, pero cuando está en juego lo que está, quizás convendría apostar por otras soluciones, tal vez más limitadas en lo futbolístico, pero más fiables. 

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