Un jugador diferente

Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo

Dijo Óscar García al término del partido ante el Sevilla, que Pione Sisto era un jugador diferente. Y es complicado definirlo mejor. Es un futbolista único en la plantilla del Celta, para bien o para mal. Su fichaje fue largamente perseguido por el Celta, que tomó buena nota de su rendimiento en el Midtylland danés, especialmente en una eliminatoria de Europa League ante el Manchester United. 

Llegó a Vigo y pronto demostró sus condiciones. Todos recordamos aquel gol ante el Espanyol, con una excelente conducción desde área propia, que acabó convirtiéndose en uno de los goles de la Temporada 2016-17. Tras dos buenas temporadas con el Celta, su rendimiento cayó en picado en el pasado curso, protagonizando lamentables episodios extradeportivos y haciendo que el club se rindiese poniéndolo en el mercado. 

Pudo irse al Aston Villa, que llegó a ofrecer 10 millones de euros por sus servicios, pero Sisto, que cobraría 1 kilo en la Premier League, se sintió mercancía y no aceptó la oferta. Se quedó en Vigo, pero su rendimiento distaba mucho de lo que habíamos visto. Se convirtió en un meme, en un jugador capaz de reírse tras un mal control en un partido en el que el Celta se estaba jugando la vida. 

Pero la llegada de Óscar García lo cambió. A pesar del encontronazo cuando fue sustituido ante el Eibar, Sisto sigue demostrando su mejoría y el enorme mérito del técnico sabadellense, que ha sabido recuperar a un futbolista que parecía condenado casi al retiro. Y estamos disfrutando a ese jugador diferente, que es capaz de ganar un partido y cambiar el sino de una temporada que sigue estando muy complicada. Ayer salió decidido a hacerlo desde el principio, con muchos disparos desde lejos del área, hasta que llegó el definitivo, en el minuto 91, para no dar tiempo al Sevilla a reaccionar. 

Su gol permite que el Celta respire y que acuda al Bernabéu con la ilusión de dar la sorpresa, pero sabiendo que ese pequeño colchón lo puede hacer bueno en próximas jornadas.