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| Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo |
El estadio de Balaídos asistió ayer al debut con la camiseta del Celta de Filip Bradaric. El centrocampista croata fue el segundo fichaje del mercado de invierno, pero no había tenido oportunidad de debutar hasta este domingo. Óscar García comentó en la previa que no estaba para ser titular, debido a que estaba en plena pretemporada con el Hajduk Split cuando fichó por el Celta.
El preparador catalán decidió darle unos minutos en el tramo final del partido, y las sensaciones fueron bastante positivas, no solo por lo que aportó sobre el terreno de juego, sino por las opciones que le da al equipo. Con su entrada, Okay se liberó mucho más y eso propició que el turco creciera exponencialmente, hasta convertirse en uno de los jugadores más importantes en la remontada.
Su rendimiento durante los escasos minutos que tuvo fue positivo. Es cierto que tuvo alguna imprecisión, propia de un jugador que está en proceso de adaptarse al equipo, pero demostró carácter y una interesante idea futbolística. Habrá que ver como evoluciona, sobre todo a nivel físico, pero podría convertirse en titular en las próximas jornadas.
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