El Celta rompe la maldición del Estadio Romano


Foto: Mérida AD
Hay estadios que, sin saber exactamente porqué, son gafes para algunos equipos. Hasta el día de ayer al Celta le pasaba algo así en el Estadio Romano, donde había perdido en sus tres visitas, la última de ellas por un escandaloso 4-0, siendo especialmente grave si tenemos en cuenta que fue en la Temporada 1997-98, la de Javier Irureta en el banquillo celeste, que acabó con los celestes clasificándose para la Copa de la UEFA. 

Habían sido tres las visitas del equipo celeste a la capital extremeña, y las tres habían concluido con derrota, todas ellas en la década de los noventa, la primera en Segunda División, y las otras dos coincidiendo con las dos temporadas en las que el antiguo Mérida Club Polideportivo militó en la máxima categoría. 

Cierto que el partido de ayer era muy distinto, porque la diferencia de categoría y de calidad entre ambos equipos es evidente, y se vio desde el primer minuto, con un Celta muy serio y muy superior al equipo entrenado por Diego Merino, pero hemos visto como otros equipos se han atascado ante equipos de Segunda B, e incluso como el Getafe caía eliminado en la cancha del Badalona. A un partido puede pasar cualquier cosa, y seguramente este sea el gran atractiva de la nueva Copa del Rey, que le ha permitido al Celta romper una maldición histórica. 

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