El fútbol, a veces tan cruel, también tiene espacio para premiar a futbolistas que se lo merecen. Algo así le ha sucedido anoche a Juan Hernández. El delantero murciano, que acaba de cumplir 25 años, pasó un calvario la pasada temporada. Después de subir al primer equipo del Celta, y en vista de que no dispondría de muchas oportunidades, aceptó la oferta del Cádiz para jugar cedido.
Tras disputar dos encuentros sufrió una desgraciada lesión durante un entrenamiento: Rotura del ligamento cruzado. Se pasó toda la temporada en blanco, y de vuelta a Vigo siguió con los problemas físicos. No pudo jugar ningún amistoso durante la pretemporada, y no estuvo disponible hasta bien entrada la temporada.
El pasado domingo tuvo el primero de los premios con el debut en la máxima categoría ante el Mallorca. Jugó apenas unos minutos, pero estuvo cerca de marcar el gol de la victoria. No pudo ser en Liga, pero se coronó en La Copa con una buena actuación, acompañada de dos goles, el segundo de bella ejecución. Además pudo marcar otro tras una gran maniobra, pero su disparo besó la cruceta. Pocas veces es más justo decir que se lo merece.
Queda por delante mucha temporada. Todo apuntaba hace unos días a que tenía muchas opciones de salir cedido en este mercado de invierno. Veremos si estos partidos han cambiado su situación. Lo cierto es que es un futbolista diferente a los que tiene Óscar García para la banda. Ofrece una alternativa, y tal vez pueda ser interesante para el técnico catalán. Tendrá que ganárselo.
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