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| Foto: Albert Gea/Reuters |
Rubén Blanco disputó anoche su partido número 100 con la camiseta del Celta. Una efeméride que seguramente no será recordada con mucho cariño por el guardameta, que encajó 4 goles, y fue ajusticiado por Lionel Messi a balón parado. El mejor jugador del mundo en la última década le marcó dos goles de libre directo, y uno de penalti, transformado con suma facilidad.
El jugador argentino desbarató el plan de Óscar, y también la posible celebración de Rubén Blanco para celebrar su centenario como jugador celeste. Al margen de esta cuestión, el de Mos tampoco vivió su mejor partido. Un grave error casi le cuesta al Celta el 2-0, de no ser porque el balón había salido por la línea de fondo antes de que se escurriese entre las piernas del canterano.
Desde luego, tendrá mejores partidos en el futuro, y en todo caso alcanzar los 100 partidos con la camiseta celeste es un motivo para sentirse orgulloso. Después de varios años marcados por las lesiones y la lucha por la titularidad con Sergio, Rubén atraviesa el mejor momento de su carrera, asentado como meta titular, y siendo el mejor del equipo en muchos partidos. Los siguientes 100 partidos serán aún mejores.
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