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| Foto: Sara Gordon |
Cuando Denis Suárez regresó a Vigo este verano seguramente no contaba con este panorama en el mes de noviembre. En el Celta estaba Fran Escribá, uno de los técnicos que más confianza le había dado en el pasado y con quien mejor había rendido. Comenzó siendo titular y destacando en los primeros partidos, incluido un gol ante el Sevilla que le dio un punto al equipo en uno de los campos más complicados de La Liga.
Pero el paso de los partido le fue pasando factura al Celta, a Fran Escribá, y también al propio Denis, que firmó un pobre encuentro, con tímidos silbidos hacia su juego y acabó llorando desconsolado tras ser sustituido en la segunda mitad.
Con la llegada de Óscar García Junyent al banquillo celeste las cosas no han ido a mejor para el futbolista de Salceda. Ayer fue suplente en el debut del técnico de Sabadell, y tuvo que ver desde el banquillo los mejores minutos del equipo. Salió en la segunda parte, pero no pudo ayudar con su talento al equipo.
Vendrán tiempos mejores para Denis, un jugador de clase infinita que regresó con ilusión a su casa para jugar en el equipo de su corazón. Los comienzos no siempre son fáciles, y algún día recordaremos estos momentos como una anécdota.
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