No es habitual que el Celta cuente con tres porteros en su equipo, pero este verano Ivan Villar subió definitivamente al primer equipo, algo que ya pasó hace dos temporadas hasta que en el mercado de invierno el de Cangas se fue cedido al Levante. Lo habitual es contar con dos guardametas, por lo que en caso de lesión o sanción de alguno de ellos es obligatoria recurrir al filial.
Con tres parece más complicada esta casuística, pero el infortunio ha llevado a que dos de los tres cancerberos celestes se encuentren ahora mismo lesionados. Rubén Blanco, que regresará en un par de semanas, e Iván Villar, que tardará más tras ser sometido a una artroscopia.
La ausencia de los dos competidores de Sergio Álvarez obligarán a Óscar a tirar de la cantera. El pasado fin de semana el técnico de Sabadell viajó con tres porteros a Villarreal, siendo uno de ellos el joven Iago Domínguez, quien finalmente fue uno de los descartes finales en la lista.
En esta ocasión el que entre en la lista será para estar en el banquillo, así que es probable que el elegido sea Fran Vieites, guardameta del filial, que ya sabe lo que es estar en una convocatoria del primer equipo. Lo hizo en un par de ocasiones hace dos temporadas, con Juan Carlos Unzué en el banquillo.
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