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| Foto: Atlántico Diario |
El Celta no está en puestos de descenso por casualidad. Son muchos los problemas que ha arrastrado el equipo en estas 13 primeras jornadas de Liga, pero uno de los más graves es sin duda el aspecto goleador, algo que nunca fue una preocupación en los últimos años. El equipo celeste, con independencia de su clasificación, siempre anotaba goles con relativa facilidad, siendo el problema los goles encajados.
Este año sigue encajando bastantes goles, pero además padece una preocupante sequía ofensiva que se traduce en cifras que dan pánico: 7 goles en 13 partidos. Con este acierto goleador es imposible encarar una permanencia con éxito, y en casa Celta lo saben, por eso se marchó Fran Escribá y llegó Óscar García, que en su primer partido logró, al menos, marcarle un gol al Barcelona.
Esa cifra de 7 goles en 13 partidos es la peor de la historia. No ha precedentes que empeoren estos datos, aunque hay uno en el que se iguala la cifra: La Temporada 1992-93, con el Celta de Txetxu Rojo recién ascendido a Primera, que sufrió mucho en la primera vuelta, aunque mejoró notablemente en la segunda, logrando la permanencia con relativa tranquilidad. En 1989, según publica el diario AS, se dio una cifra similar -8 goles- aunque mejor a la actual. Aquel año el equipo acabó descendiendo a Segunda en una de sus peores temporadas en la máxima categoría.
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