Denis Suárez protagonizó una de las imágenes de la jornada cuando fue sustituido. El de Salceda no jugó un gran partido, e incluso fue silbado en alguna fase del mismo, y al ser el primer cambio se dirigió al banquillo totalmente destrozado. El canterano, que regresó este verano a Vigo con la ilusión de jugar en el equipo de su alma, se vino abajo y rompió a llorar tras ser cambiado.
Las cámaras de televisión se centraron en su reacción nada más abandonar el terreno de juego, tapándose la cara con una sudadera mientras que el Doctor García Cota intentaba consolarlo. No fue sencillo. Denis es consciente de lo que se está jugando el Celta, y de la situación por la que atraviesa el equipo. Tras ser uno de los mejores durante las primeras jornadas, su rendimiento ha descendido notablemente en los últimos encuentros, aislado en la banda izquierda, y sin muchas opciones por parte de sus compañeros.
Escribá también habló sobre su reacción, aunque sin mencionar su nombre: “Si alguien ha estado de diez es la afición, aunque me hayan silbado y pitado, que es lógico, pero la gente estaba como loca por aplaudir. Hacíamos cuatro cosas y nos aplaudían, no siendo de aquí, pero todos sentimos mucho y todos estamos muy dolidos. Tampoco sirve luego el quejarse públicamente o hacer gestos que no sé cómo han sido, porque nuestra obligación, al final, es afrontar los problemas, lo que no podemos hacer es que si viene un problema escondernos”, sentenció el ya ex entrenador del Celta.
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