Iago Aspas returns


Foto: RC Celta
Iago Aspas igualó su peor inicio goleador como jugador del Celta tras quedarse a cero ante el Eibar, en un partido en el que tuvo una ocasión de oro al fallar un penalti en tiempo de descuento. El tanto no hubiese afectado al resultado, pero le habría venido de maravilla para recuperar la confianza. 

Quiso el destino que su estreno goleador coincidiese con la octava jornada, como hace dos temporadas, y con Medié Jiménez como colegiado, como en aquella ocasión ante la UD Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria. En esta ocasión no fue un hat-trick, pero fue un gol que vale tres puntos de oro para el equipo celeste. 

Y eso que el gol llegó con intriga. Aspas empujó al fondo de las mallas un balón peinado por Santi Mina tras un saque lateral. El asistente del colegiado levantó el banderín señalando posición antirreglamentaria del ariete celeste. La revisión del VAR confirmó que estaba en posición correcta. 

Este es el gol 139 en partido oficial para el de Moaña, que sigue haciendo historia en el Celta. Durante su sequía nadie dudó de él ni perdió la esperanza. Es un futbolista histórico prácticamente desde su debut, y la afición siempre ha creído en él. Entre otras cosas porque siempre ha estado claro que se trata de un futbolista diferencial. Su gol, más allá de la importancia de los tres puntos, es la mejor noticia para el Celta y el celtismo. Es el regreso del líder, el regreso de Aspas. No puede haber nada mejor.

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