Brais Méndez, el damnificado


Foto: Juan Medina
La llegada de Rafinha al Celta es sin lugar a dudas una gran noticia para el equipo, pero su entrada en el once inicial ha dejado un damnificado: Brais Méndez. El canterano, que fue titular indiscutible toda la pasada temporada, y que estaba repitiendo esta condición este año, ya empezó desde el banquillo el partido del Metropolitano, y salvo lesión o sanción de alguno de los de arriba, seguramente verá muchos partidos en esta situación. 

El mosense fue uno de los jugadores revelación del Celta en 2018, aunque bajó el rendimiento a partir de 2019, coincidiendo con la lesión de Iago Aspas. Este año comenzó el curso a mejor nivel que la pasada temporada, pero lejos de aquel que llegó a ser internacional absoluto bajo la batuta de Luis Enrique. 

En Príncipe confían plenamente en sus condiciones, conscientes de que es uno de los jugadores sobre los que se debe asentar el Celta del futuro, y uno de los jugadores que tomará el relevo de los Hugo Mallo, Iago Aspas y Sergio como líder del equipo a medio plazo. Este año, salvo que cambien mucho las cosas, verá una nueva cara del fútbol, la de salir a aprovechar los minutos que tenga en las segundas mitades y los entrenamientos para ganarse la confianza de Fran Escribá y regresar al once inicial. 

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