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| Foto: LFP |
El Celta ha tenido seguramente el inicio de Liga más exigente de toda la Primera División. Primero recibió de forma consecutiva a dos equipos Champions como el Real Madrid y el Valencia, y ahora tendrá que visitar la cancha del Sevilla, un equipo que aspira a esas plazas y que ha comenzado el campeonato con dos victorias y colocado como líder en solitario.
Era un inicio de temporada que se preveía complicado, y al menos la victoria contra el Valencia le da al Celta aire para respirar, porque tras recibir al Granada tocará visitar la cancha de Atlético de Madrid, otro equipo Champions, con lo cual los cinco primeros partidos de la temporada serán muy duros y exigentes.
Por eso una victoria esta noche en Nervión sería un golpe encima de la mesa para el Celta, incluso un empate podría considerarse un resultado bueno, al menos a priori, para un equipo al que muchos situaban en puestos de descenso al final de la quinta jornada, algo que por otra parte le pasaría a casi todos los equipos que tuviesen que afrontar un calendario de semejante envergadura.
Lo que ha dado la victoria ante el Valencia es tranquilidad. El Celta acude esta noche a Nervión con la obligación de pelear por la victoria, e incluso conseguirla, pero sin la presión de que un mal resultado comience a despertar viejos fantasmas. Un triunfo sería el colofón perfecto a estas tres primeras jornadas en las que, tras un mal comienzo, se habría enderezado el rumbo. Más cuando llega justo antes del parón por los partidos de selecciones, al que siempre es recomendable irse con un triunfo para trabajar a tope durante dos semanas.
La última victoria de los célticos en Nervión data de 2015. En aquella ocasión logró la victoria apoyado en los goles de Daniel Wass y Nolito, en una temporada que acabaría con los celestes en puestos de Europa League. Ninguno de los dos goleadores sigue en el Celta, y uno de ellos será hoy un rival muy a tener en cuenta. Las vueltas del fútbol.
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