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| Foto: Jorge Landín/Atlántico Diario |
Con 24 años ya cumplidos, David Costas está empezando a vivir los mejores años de la carrera de un futbolista. Son esas temporadas en las que los jugadores dan un salto de calidad y se sitúan en el máximo nivel que pueden ofrecer a nivel competitivo. Al de Chapela no le ha resultado sencillo nada en su carrera.
Debutó muy joven, siendo un juvenil, y pagó el peaje de la inexperiencia. Después se encontró con la falta de confianza de Berizzo, lo que le obligó a buscar minutos en varios equipos de Segunda División, hasta que el verano pasado se asentó definitivamente en el primer equipo quedándose para pelear por un puesto.
El pasado curso disputó un total de 15 partidos de Liga, y en fases de la temporada fue titular, aunque tras la llegada de Escribá perdió cierto protagonismo. Este verano se han producido cambios significativos en la zaga. Se ha marchado Cabral después de 7 temporadas, y todo apunta que también lo hará Roncaglia. Además llegaron Aidoo, el fichaje más caro en la historia del club para la defensa, y el prometedor Jorge Sáenz, que jugará cedido dos temporadas en Vigo.
La competencia será máxima, seguramente mayor que nunca para Costas desde que subió al primer equipo, pero el canterano confía en ganarse un puesto. Sin duda será todo un reto para él. La dificultad es muy elevada, pero la recompensa muy grande.
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