El muro de Berlín


Para el recuerdo quedará el partido de ayer como una clara victoria ante un rival de la Bundesliga. Un triunfo en el que la eficacia de los celestes se impuso a la del Union Berlín, pero seguramente lo que marcó la diferencia en este encuentro, más allá del acierto de los delanteros, sea el trabajo de los porteros, en especial de Rubén Blanco, que sostuvo al Celta en la primera parte con actuaciones de verdadero mérito. 

El de Mos regresaba tras una lesión, la enésima en una pretemporada, que ponía en jaque su participación en el debut liguero frente al Real Madrid. Sin embargo, en esta ocasión y salvo contratiempo de última hora, el canterano podrá estar listo para medirse a los blancos, y además demostró ayer que llega en plena forma. 

Rubén Blanco fue un muro ayer en Berlín, -permítaseme la expresión- manteniendo al Celta en el partido cuando más atacaban los germanos al final de la primera parte con varias paradas de mucho mérito. Viendo el partido parece increíble que al descanso el marcador señalase un 1-0. Nuevamente volvió a intervenir a los pocos minutos de la reanudación para demostrar que, definitivamente, había ganado la batalla a los delanteros alemanes.  

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