El gol del Toro

Foto: Jorge Landín/Atlántico Diario

El Toro Fernández formó parte ayer del once inicial del Celta en su debut liguero. La ausencia de Santi Mina por lesión propició que el uruguayo, a pesar de no estar en su mejor momento de forma, dispusiese de una oportunidad desde el inicio para demostrar el porqué de la apuesta del Celta a la hora de ficharlo. 

El ariete no está al cien por cien, algo que siempre recuerda Fran Escribá. Su llegada al club ha sido complicada, en gran medida por los problemas personales que arrastraba desde que en diciembre atropelló con su coche a una joven. Hace un par de semanas viajó a Uruguay para cerrar ese asunto, perdiéndose más de una semana de trabajo con el equipo. 

Ayer Fran Escribá destacaba al jugador al final del partido, a pesar de reconocer que lo ponía porque no tenía otro, teniendo en cuenta que Beauvue no es alineable por decisión del club. Al Toro se le vieron las costuras en varias acciones, entendemos que por esa falta de ritmo y forma, que lo limitan como jugador, pero tuvo en sus botas el gol del empate en la primera parte, fallando de forma incomprensible. 

Fue tras un centro lateral de Iago Aspas que llevaba aroma de gol. El delantero se relamía mientras veía como el balón se acercaba a su posición para rematar a placer, pero el sutil toque de un rival hizo que no pudiera contactar con el balón. Era un gol cantado, con Balaídos en pie esperando para celebrarlo, que acabó convertido en un córner. 

Es una acción en la que fue imposible no acordarse de Maxi Gómez. Con su compatriota en el campo, ese balón probablemente acababa en la portería. Si fuese preciso él mismo también acabaría dentro, pero celebrando el gol. Confiemos en que no sea más que eso, falta de ritmo y forma, y que de la razón a los que apostaron por él, como en su día lo hizo Maxi Gómez.