Los jugadores que abandonaron este verano el filial van poco a poco encontrando acomodo. El último ha sido Robert Costa, incorporado por el Levante para su filial, el Atlético Levante, que competirá en Segunda B, categoría en la que acumula una importante experiencia.
Robert Costa llegó a Vigo en el verano de 2016, procedente de la cantera del Barcelona, donde llegó a jugar en el filial, aunque en la Temporada 2013-14 estuvo cedido en el Badalona. Con el filial azulgrana llegó a jugar 13 partidos en Segunda División, su techo hasta el momento en su carrera deportiva.
Nada más llegar a Vigo se encontró con la desgracia de una lesión, que lo tuvo apartado de los terrenos de juego casi toda la temporada. Tan solo disputó 4 partidos, pero en su segundo año, ya con Rubén Albés en el banquillo, se convirtió en un fijo en el eje de la zaga, alcanzando la treintena de partidos.
La pasada temporada, también marcada por alguna lesión, se conformó con 16 partidos, todos ellos como titular. Finalizada su relación con el Celta, el futbolista ha apostado nuevamente por otro filial, algo que está marcando la carrera de este jugador, que cumplió 25 años el pasado mes de junio.
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