El Celta comenzó recientemente las obras de la nueva Ciudad Deportiva de Mos, aún pendiente de que se cierre el acuerdo con los comuneros de Tameiga para poder realizar todo el proyecto, que además de 10 campos de entrenamientos, un pabellón polideportivo y un estadio para el filial, contempla una amplia zona comercial, que a día de hoy está en entredicho por la negativa de los propietarios de los terrenos a vender.
Son muchos los aficionados críticos con Abel Caballero, por su manía de dar fechas que no se cumplen en la reforma de Balaídos, pero al alcalde le ha salido un competidor en la figura de Carlos Mouriño, que hace un año dijo que esperaba que la primera plantilla pudiese utilizar las nuevas instalaciones en el Curso 2018-19, y el pasado viernes situó en enero de 2020 la fecha posible de su estreno.
Cabe recordar a todos los críticos con el anuncio de fechas que no se cumplen, que el Celta presentó por todo lo alto su proyecto de ciudad deportiva, con la presencia de todas las instituciones sociales y políticas de Vigo y Galicia, antes de tener los terrenos sobre los que se va a realizar la obra. Así que el retraso no es extraño, sino lógico.
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