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| Foto: Sergio Reyes |
No sabemos si será al Valencia, al Atlético de Madrid, al Barcelona o al Tottenham, pero parece más o menos claro que Maxi Gómez saldrá traspasado este verano. El Celta intentará sacar el mayor rédito posible a un descubrimiento en el mercado uruguayo que ha sorprendido incluso a los que apostaban por él como un fichaje de futuro.
31 goles en dos temporadas, y la sensación de que ha crecido mucho desde su llegada, son motivos de peso para apostar por el internacional uruguayo, que participará este mes de junio en la Copa América representando a su selección.
Su cláusula es de 50 millones, y el Celta intentará que su traspaso se aproxime lo más posible a esta cifra, aunque sabedor de que será muy difícil que alguien realice una apuesta tan decidida. Sea como fuere, es evidente que saldrá por más de 18 millones de euros, cifra que hasta ahora era récord en casa Celta si hablamos de traspasos.
El protagonista es Nolito, que se fue al City hace tres temporadas a cambio de 18 millones de euro, lo que marcaba su cláusula de rescisión. Le sigue Makelele con 15 millones en el año 2000, y Michel Salgado, traspasado por 12 al Real Madrid un año antes. Entre ellos se ha colocado Pape, vendido por 10 millones más variables, que ya alcanzan los 14 millones.
Estas condiciones variables influyen muchas veces en los traspasos, y los elevan por encima de lo inicialmente fijado. Según informaba ayer Faro de Vigo, el traspaso de Jonny, inicialmente de 6,8 millones de euros, ya se ha incrementado hasta los 10,4 millones por los objetivos que ha ido cumpliendo el jugador, y el posterior traspaso del Atlético de Madrid al Wolverhampton.
Stanislav Lobotka, que también cuenta con muchas opciones de irse este verano, se situará entre los dos traspasos más caros en la historia del Celta. Tiene una cláusula de 50 millones y aunque el Celta sabe que es complicado, intentará que el que se lo lleve tenga que abonar una cifra muy similar a esos 50.
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