División de opiniones entre el celtismo en torno a la figura del "Toro" Fernández


La llegada de Gabriel Fernández al Celta no está nada clara. El futbolista sigue pendiente de alcanzar un acuerdo con la familia de la joven a la que atropelló el pasado mes de diciembre para cerrar este asunto y evitar la vía penal, lo que le permitiría viajar a Vigo en la fecha acordada. De no ser así, la situación se complicaría y sería prácticamente imposible que se produjese su llegada. 

Al margen de las opciones legales que tiene de incorporarse al Celta en la fecha acordada, hay en torno a la figura del delantero uruguayo ciertas dudas entre el celtismo. Las palabras de Juan Hernández, el padre de Romina, la chica que permanece en estado grave, avivaron el debate cuando desveló que el nuevo jugador celeste no se había interesado nunca por el estado de la joven accidentada, ni se había disculpado. 

Conviene recordar igualmente que Gabriel Fernández superaba la velocidad permitida en el momento del atropello, y que no huyó del  lugar, sino que asistió a la víctima en ese momento. Lo que ha hecho después lo ha revelado el padre, aunque no tenemos más pruebas que sus palabras. 

Son muchos los celtistas que consideran que un jugador del Celta debe ser algo más que un buen futbolista, y que la calidad humana debería estar a la misma altura que el talento para el fútbol. Otros, por contra, se muestran más prudentes y prefieren conocer al jugador y valorarlo en primera persona, desoyendo lo que puedan decir terceras personas de él. 

El debate está servido en todo caso. Las connotaciones éticas afloran con facilidad en este tipo de casos. Veremos qué sucede a su llegada, pero esta división de opiniones seguro que no le ayuda en sus primeros días como jugador del Celta, si es que finalmente puede incorporarse. 

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