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| Foto: Alba Villar/Faro de Vigo |
El regreso de David Juncà tras su lesión en el Bernabéu está cercana, pero parece complicado que pueda recuperar su puesto en el once inicial. El lateral izquierdo catalán, uno de los fichajes del pasado verano, fue titular más por falta de competencia que otra cosa. Mazan no estaba al nivel, y el fichaje de Lucas Olaza no cambió nada.
Muchos pensaron entonces, entre ellos yo, que el nivel del uruguayo no debía ser muy alto si no era capaz de sacar del once a Juncà, pero por otro lado uno tiende a pensar que un futbolista que disputa la final de la Copa Libertadores no debe ser tan malo. Probablemente porque llegó muy pasado de forma, y le costó encontrar el punto, Olaza no contaba para Cardoso ni tampoco para Escribá en sus primeros partidos.
Pero entonces se lesionó Juncà, y entonces se abrió el debate sobre quien debía reemplazarlo, apareciendo sobre la mesa el nombre de Kevin, un lateral derecho que se acomodaría al carril izquierdo por necesidad, como hizo precisamente en el Bernabéu cuando se lesionó el ex del Eibar.
Escribá tuvo claro que el elegido debía ser Olaza, y le ha dado la razón. No solo en la comparación con Kevin, sino sobre todo con Juncà. Puede que el catalán regrese, pero a día de hoy nadie duda que el dueño del carril izquierdo es Olaza. El uruguayo, que ya militó en el Celta B hace tres temporadas, tiene excelentes cualidades ofensivas. En Argentina destacaba por su facilidad para marcar a través de libres directos. Aquí no los tira, pero los centros que pone desde la banda, y su profundidad le convierten en uno de los grandes peligros del Celta en ataque.
La defensa parecía ser su punto débil, pero por lo que hemos podido ver en estos encuentros también mejora a Juncà, y eso que, como le pasaba al catalán, las ayudas de sus compañeros de banda son mínimas. Sin duda el Celta tiene lateral izquierdo para lo que resta de temporada, y quien sabe si para muchos años.
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