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| Foto: Marta G. Brea/Faro de Vigo |
El Celta fichó en la última semana del mercado de invierno a dos futbolistas que deberían llegar para reforzar el equipo y servir de ayuda para salir de las plazas bajas de la clasificación. Sin embargo, más de un mes después de su llegada, apenas hemos podido ver unos minutos a Boudebouz, y seguimos sin saber como juega Lucas Olaza.
A Olaza no lo hemos visto ni en el banquillo, ya que no ha entrado en ninguna convocatoria. Viajó a Getafe, pero finalmente se quedó fuera ya que Cardoso convocó a 19, siendo el uruguayo el descarte. Su ostracismo sorprende especialmente si tenemos en cuenta que es lateral izquierdo, posición en la que no está destacando precisamente el bueno de David Juncà.
A Boudebouz lo pudimos ver ante el Levante, aunque en realidad poco se le vio. Fueron muchos los aficionados que se enteraron de que estaba en el campo cuando nada más comenzar la segunda mitad fue expulsado por una fea entrada. El equipo se quedó con diez, y no se notó su ausencia. Fue su única participación con el Celta desde su llegada.
Con un nuevo entrenador en el banquillo, estos dos jugadores parten de cero y con la esperanza de que tengan las oportunidades que se le negaron con el técnico portugués en el banquillo. No lo tienen garantizado, ni mucho menos, pero al menos formaron en el teórico equipo titular en un partidillo organizado por Escribá en su primer entrenamiento con el Celta.
Veremos qué sucede de aquí al domingo. Será clave que el nuevo entrenador celeste los vea trabajar y valore si deben mantener su ostracismo, o si por el contrario merecen una oportunidad para ganarse más minutos. Los cambios de técnico siempre son buenos para los jugadores que menos minutos tienen, pero deben aprovecharlos cuando leas lleguen.
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