Antes fue Cachamuíña, ahora es Aspas


Después de prácticamente tres meses de ausencia por lesión, con la excepción de los minutos que disputó en Getafe, el calvario de Iago Aspas con su lesión muscular está tocando a su fin. Ha sido un periodo demasiado largo, pero al fin se ve la luz al final del túnel. 

Su recuperación definitiva es cuestión de días, y se espera que pueda jugar sin mayor problema ante el Villarreal. Ya lo adelantó el Doctor Cota tras perder ante el Real Madrid en la última jornada de Liga, y se ha confirmado por la evolución del futbolista esta semana. 

Esta tarde regresa el equipo al trabajo, y será momento de evaluar el estado físico de Iago Aspas. Los servicios médicos del club confían en poder darle el alta a lo largo de la semana, pero para ello será fundamental ver en qué estado se encuentra esta tarde, y entrenar con el grupo, primero de forma progresiva, como ya hizo la semana pasada, y después sin limitaciones como paso previo a recibir el alta médica. 

A Aspas se le espera como agua de mayo en pleno mes de marzo. La reconquista celeste llevará su nombre, o eso espera el celtismo, que se ha encomendado totalmente al talento del jugador moañés. Hace más de 200 años fue Cachamuíña el que rescató a la ciudad de las garras francesas, y en 2019 debe ser un chico de Moaña, como ya hizo en 2009, el que rescate al Celta de las afiladas uñas del descenso. 

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