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| Foto: LFP |
No da para celebración, pero Brais Méndez alcanzó el pasado sábado ante el Real Madrid su partido oficial número 50 con la camiseta del Celta. Lo hizo en el peor momento de su cortísima carrera, justo cuando las críticas de un amplio sector del celtismo se hacen cada vez más intensas.
El canterano, que debutó la pasada campaña de la mano de Juan Carlos Unzué, pasó a tener ficha del primer equipo el verano pasado y se ha consolidado como titular para todos los entrenadores que han pasado por el banquillo celeste esta temporada. Para llegar a la cincuentena de partidos con el Celta ha disputado 45 partidos de Liga y 5 de Copa, en los que ha anotado 6 tantos, todos en Liga, y 5 en el presente curso.
La primera vuelta del talentoso canterano fue espectacular, llegando a ser convocado por la selección española, con la que debutó marcando, pero tras la lesión de Aspas, cuando se le exigía dar un paso al frente, su rendimiento no ha sido el esperado, como tampoco lo está siendo el del resto de sus compañeros, pero quizás por su calidad se espera un poco más de él.
Estos meses le ayudarán más en el futuro que los buenos meses, cuando el viento soplaba a favor. Ha conocido la mejor y la peor cara del fútbol en apenas 50 partidos, y con 22 años recién cumplidos. Sin duda sacará partido a estas experiencias en el futuro.
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