¡Oh capitán, mi capitán!


Foto: Atlántico Diario
Hugo Mallo aún no ha cumplido 28 años, pero ya es historia del Celta. Haga lo que haga de aquí al final de su carrera, su nombre perdurará en la memoria de aquellos que hemos tenido la fortuna de verlo vestido de celeste. Y si nada se tuerce, su leyenda se irá agrandando en los próximos años, a medida que se hace mayor y su retiro se vaya acercando. 

Pero al de Marín no se le recordará solo por un tema meramente estadístico. Es cierto que cuenta con muchas opciones de superar a Manolo como el jugador con más partidos con la camiseta del Celta, pero eso será lo de menos, aún siendo realmente increíble. 

Manolo pasó a la historia con el sobrenombre de “El gran Capitán”, y en esas está Hugo Mallo, que capitanea el equipo desde hace tres temporadas y que cada temporada va ganando peso en el vestuario. A Hugo Mallo lo respetan todos los compañeros, y el respeto no se lo gana enseñándoles las estadísticas, sino con su comportamiento en los entrenamientos y sobre el terreno de juego. 

El sábado dio otro ejemplo de liderazgo. No solo dio un paso adelante en los estrictamente futbolístico, sino que además tiró literalmente de su equipo en los momentos más duros. Un ejemplo lo tenemos cuando entró al terreno de juego Pione Sisto. El canterano se dirigió a él, apretó su cabeza contra la del danés y le dijo algo. 

¿Qué fue exactamente?. Solo ellos dos lo saben, aunque seguramente le estaba pidiendo entrega. No con esas palabras exactamente. La mejor manera de pedir a sus compañeros es darlo todo en el campo, para que nadie le pueda reprochar nada. No solo eso, y aunque parezca una tontería, ha dado la cara siempre al final de los partidos, siendo el encargado de hablar para la televisión que tiene los derechos de emisión de La Liga. Es un capitán, y sabe lo que tiene que hacer un capitán. Ojalá dure muchos años. 

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