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| Foto: Xoan Carlos Gil/La Voz de Galicia |
Sergi Gómez regresó ayer a la que fue su casa durante las cuatro temporadas anteriores. Era la primera vez que el defensa catalán se enfrentaba al Celta en Balaídos desde que abandonó el club el pasado verano, y el recibimiento que le brindó su ex afición fue bastante amable.
Apenas hubo ocasión para aplaudir, ya que no fue sustituido, pero si se le aplaudió cuando la megafonía anunció la alineación del Sevilla. Su nombre fue uno de los primeros en sonar y, en general, fue aplaudido. Su comportamiento durante sus años en el Celta siempre fue correcto. Siendo muchas veces suplente, jamás protestó en público y siempre procuró sumar.
Los aficionados incluso olvidaron su polémica salida, y generalmente se han situado de su parte por las decisiones tomadas por el club durante la pasada pretemporada.
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