Solo cinco supervivientes del milagro del 4%


Foto: EFE
El 26 de mayo de 2013 es uno de los días más importantes en la historia reciente del celtismo. Aquel día, antes de comenzar el partido ante el Real Valladolid en el Nuevo José Zorrilla, el equipo entrenado por Abel Resino contaba con apenas el 4% de posibilidades de salvarse. Las matemáticas estaban en contra de un equipo que supo darle la vuelta a los números y escribir una historia épica. 

Todo comenzó aquella tarde de sábado en un estadio que traía muy buenos recuerdos al celtismo. Poco más de un año antes, Joan Tomàs y Orellana habían encarrilado el ascenso directo con un gol en el descuento ante un rival directo, que dejaba el camino allanado para la fiesta que se produciría unas semanas después tras aquel partido ante el Córdoba. 

A Valladolid volvió a desplazarse un gran número de celtistas, ahora con una ilusión diferente; Permanecer en una categoría que había costado cinco largos años recuperar. El Celta formó aquel día con Javi Varas, Cabral, Túñez, Bellvís, Roberto Lago, Augusto, Krohn-Dehli, Álex López, Oubiña, Natxo Insa y Iago Aspas. También jugarían Rubén Blanco, Madinda y Orellana. 

De aquel equipo tan solo sobreviven en el actual Celta Gustavo Cabral, Iago Aspas y Rubén Blanco. También estaban Sergio y Hugo Mallo, pero no viajaron por lesión. El resto del equipo se ha ido yendo, y a pesar de que han pasado menos de seis años, la fisonomía de este Celta poco o nada tiene que ver con aquel equipo que se impuso al Valladolid con goles de Cabral y Aspas, dos de los supervivientes curiosamente. 

Este domingo volverán a viajar a Valladolid, también con la lucha por la permanencia como objetivo en este momento. Pucela es una plaza que generalmente se le ha dado bien al Celta, pero después de cuatro derrotas consecutivas, no será nada sencillo derrotar a un equipo que se ha mostrado muy sólido durante gran parte de la temporada.

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