Celta 1 - Athletic 2 | El Celta se queda helado


Foto: LFP
El Celta cayó derrotado en el que probablemente haya sido el peor partido de la era Cardoso. El Athletic, bien plantado sobre el terreno de juego, tenía muy claro como hacer daño a los célticos y dio un pase de gigante con el gol de Muniain en la primera mitad. El Celta logró igualar al borde del descanso, y cuando mejor estaba recibió el segundo en un error imperdonable que ya no pudo levantar. 

Miguel Cardoso sorprendió al comienzo colocando a Fran Beltrán en punta de ataque, al lado de Maxi Gómez. Una sorpresa relativa ya que fue Beltrán el que ocupó el puesto de Aspas en Barcelona tras la lesión del moañés, pero parecía extraña esta opción de inicio. Atrás entraba Gustavo Cabral por el lesionado Costas, y regresaba David Juncà tras cumplir sanción. 

En la medular Lobotka volvía a ser titular, algo que no sucedía desde antes de la lesión, y a su lado Okay, con Brais y Boufal por las bandas. Arriba Fran Beltrán y Maxi Gómez. No empezó bien el Celta, que a los 11 minutos veía como Rubén Blanco salvaba los muebles con una gran intervención a cabezazo de un jugador bilbaíno. 

Casi a renglón seguido uno de las mejores ocasiones del Celta, con un lanzamiento de falta que Maxi Gómez estrella en el palo. Pero el Athletic seguía a lo suyo, y en una contra supo ver el espacio que quedaba a la espalda de Juncà para que Muniain fusilase a Rubén Blanco tras un centro lateral. 

Al Celta le costó recomponerse. Tenía el balón, pero se perdía demasiado en agónicos intentos por sacar el balón jugado desde atrás, en muchos casos con sumo riesgo, lo que provocó los murmullos e incluso tímidos silbidos hacia los futbolistas de Cardoso. 

La campana salvó al Celta al borde del descanso, cuando Fran Beltrán remató al fondo de las mallas una jugada ensayada desde el saque de esquina. El más pequeño de todos apareció por sorpresa para batir a Iago Herrerín. 

Tras el descanso ambos equipos comparecieron con los mismos hombres, pero el Celta parecía estar mejor plantado sobre el terreno de juego, e incluso tuvo alguna ocasión para el 2-1 pero serían los leones los que acertaron, en una jugada muy mal defendida por el equipo vigués. Un pase del guardameta, pifia de Gustavo Cabral, que tarda un mundo en rectificar e Iñaki Williams fusila a placer a Rubén Blanco. 

El segundo de los bilbaínos cayó como un jarro de agua fría al equipo y a Balaídos, que volvió a entonar la música de viento, acallada por la grada de animación. Cardoso movió sus piezas, dando entrada a Sisto en lugar de Lobotka, y posteriormente a Eckert en lugar de Boufal, pero daba la sensación de que el equipo no mejoraba con los cambios, más bien al contrario. 

Le costaba llegar al equipo celeste a la portería de Herrerín, aunque tuvo alguna ocasión, especialmente en el último arreón, donde tal vez mereció mejor suerte. Casi sobre el pitido de Martínez Munuera, que detuvo muchísimo el juego, pudo empatar Maxi Gómez con un cabezazo que se marchó rozando el poste. No pudo ser y los puntos se fueron para Bilbao. 

0 comentarios:

Publicar un comentario