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| Foto: LFP |
El partido de ayer ante el Barcelona no dejó demasiados argumentos positivos en Casa Celta. Uno de ellos fue el regreso al equipo de Stanislav Lobotka. El internacional eslovaco, que no se había perdido ningún partido desde su llegada a Vigo el pasado verano, acumulando 48 jornadas de Liga consecutivas disputando minutos, se perdió los 6 últimos partidos.
Recuperado ya hace un par de semanas, el buen rendimiento de la pareja formada por Jozabed y Okay le había impedido volver al equipo, y ayer, como en las jornadas anteriores, volvió a ser suplente. Pero algo no convencía a Cardoso tras la visto en la primera mitad, y decidió tocar el equipo en el descanso, quedando Okay en el vestuario para ocupar su lugar Lobotka.
Okay estaba siendo uno de los mejores, sino el mejor, en las últimas jornadas, pero la entrada de Lobotka, unido a un cambio de todo el equipo, le sentó bien al Celta. Lobotka es un futbolista diferencial, de esos que pueden cambiar un partido, o un curso. Ni Okay ni Jozabed se merecen ser suplentes, pero es un lujo tener a Lobotka sentado en el banquillo. Un futbolista por el que suspiran equipos importantes, y que seguramente saldrá del Celta por una cantidad muy elevada.
Lo lógico es que Lobotka acabe regresando al equipo inicial. Solo falta saber en qué jornada sucederá y quien será el sacrificado. Y seguramente no será justo, porque la pareja utilizada por Cardoso no está rindiendo mal, pero tampoco lo es ver al futbolista eslovaco en el banquillo, más allá de que esté mejor o peor en un momento puntual. De momento ha dado el primero paso, que tendrá que mantener en las próximas jornadas.
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