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| Foto: Julio Muñoz/EFE |
Maxi Gómez volvió a vestir la camiseta del Celta casi un mes después de su último partido, precisamente en Sevilla, donde había jugado el 7 de octubre ante el Sevilla justo antes de irse con su selección, donde sufrió un esguince del ligamento lateral interno de su rodilla izquierda, que le ha tenido fuera de los terrenos de juego casi tres semanas.
Y no pudo hacerlo de mejor manera. Nada más saltar al terreno de juego, en el primer balón que tocaba, anotó el primer tanto del Celta en el partido, el que abría una remontada que por entonces parecía ciencia-ficción. El propio Maxi marcaría el 2-3 unos minutos después, aprovechando otro gran pase de Hjulsager, y demostrando su sexto sentido para el desmarque.
El ariete uruguayo acumula 6 goles en 9 partidos, mejorando las cifras exhibidas la pasada temporada, y con opciones de mejorar su registro de 18 goles en la temporada de su debut en el fútbol europeo. Sin duda estamos ante un futbolista que marcará una época en el Celta, y que seguramente no dure mucho. Mientras esté aquí tenemos que disfrutarlo y beneficiarnos de sus dotes para el gol.
Su fichaje resultó sorprendente puesto que no teníamos excesivas referencias de su juego, pero más de un año después de su llegada queda patente el acierto de su contratación. Sus cifras son estupendas, y su peso en el equipo adquiere cada vez mayor relevancia, porque no solo aporta goles sino otras muchas facetas que le convierten en un futbolista indispensable para Mohamed.
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