Cuando las promesas se hacen realidad


Foto: LFP
Brais Méndez es uno de los personajes de moda entre el celtismo. El canterano acaba de ser convocado por Luis Enrique para la selección absoluta, algo que no es casual, sino fruto del rendimiento del jugador, que se ha consolidado esta temporada después de su prometedora aparición el curso pasado. 

A Juan Carlos Unzué le llamó la atención desde el principio, y aunque no estaba previsto acabó siendo uno de los jugadores más importantes del equipo en la segunda vuelta, donde logró hacerse con la titularidad y defender su puesto a base de buenos partidos. Pagó ciertos peajes por su inexperiencia, algo totalmente lógico en un futbolista que está empezando. 

Este año el club apostó por él haciéndole ficha del primer equipo, y Mohamed también se fijó en sus cualidades. Ha ido entrando en el equipo poco a poco, derribando todas las puertas con las que se encontraba hasta convertirse en titular indiscutible. Una de las cosas que se le achacaban la pasada temporada era su dificultad para hacer gol. Le faltaba rematar con goles el buen trabajo que generaba. 

Pues bien, esa asignatura empieza a superarla. El de Mos acumula tres partidos consecutivos marcando, a pesar de jugar en posiciones más retrasadas, como ayer tras el cambio de Fran Beltrán.  Tiene llegada y su calidad hace el resto. Si el año pasado, e incluso en algún partido de esta temporada, lo vimos indeciso a la hora de concretar las acciones, en los últimos encuentros está siendo mucho más peligroso de cara a la portería contraria. Y eso es una gran noticia. 

El aprendizaje de un futbolista es un proceso no siempre lineal, así que es muy posible que esta racha se corte e incluso que tarde en volver a marcar gol, pero va dando pasos para convertirse en el gran futbolista que parecía cuando era juvenil, o cuando empezaba a despuntar en el filial. La promesa de aquel joven descarado que debutó en un amistoso ante el Lugo en Barreiro con gol se empieza a hacer realidad. 

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