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| Foto: LFP |
Partidazo en el Benito Villamarín, con un Celta que vivió una revolución en la segunda mitad que le llevó a remontar una desventaja de dos goles en contra y casi llevarse el partido de no ser por una genialidad de Sergio Canales en las postrimerías del partido. Volvió Maxi y lo hizo a lo grande, con un doblete.
El uruguayo fue suplente, como había adelantado Antonio Mohamed en la previa, que puso de inicio a Sergio en portería, defensa de cuatro para Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia y Juncà, con un doble pivote formado por Okay y Beltrán. Por delante de ellos Brais Méndez y arriba Emre Mor, Boufal y Iago Aspas.
Al Celta le costaba tener el balón ante un Betis que tocaba y tocaba, aunque sufría por la presión del equipo celeste en ocasiones. El planteamiento era un 4-3-3 en ataque, pero en el repliegue Brais Méndez se metía en el lateral derecho, pasando Hugo Mallo al eje de la zaga.
La primera gran ocasión del Celta llegó en las botas de Emre Mor, que se plantó en el área bética, pero su disparo tras recortar a un defensor fue detenido sin mayor problema por Pau López. El Betis también avisaba, y Lo Celso, un futbolista de una calidad impresionante, ponía a prueba a Sergio Álvarez en dos ocasiones.
A la media hora de juego comenzó la montaña rusa de emociones. Okay anotó un tanto que fue anulado por fuera de juego, y en la siguiente jugada, Loren ponía al Betis por delante tras una gran acción colectiva del equipo verdiblanco finalizado de forma exquisita por el futbolista andaluz.
Fueron los peores momentos del Celta, que sintió el golpe. En el 37 un error en la salida de de Fran Beltrán era aprovechado por Canales, que recogía el balón y lo enviaba al palo izquierdo de Sergio.
Tras el descanso, Antonio Mohamed retocó el dibujo táctico, dando entrada a Hjulsager y retirando a Boufal. El futbolista danés se situaba como carrilero por la banda derecha, pasando Hugo Mallo a jugar como central. El danés sería uno de los mejores del Celta en la segunda mitad, confirmando las buenas sensaciones ofrecidas el pasado jueves ante la Real Sociedad.
Pudo el Celta lograr el empate nada más comenzar el partido, pero Emre Mor no supo resolver ante Pau López. Estaba mejor el Celta, pero el Betis aprovechó la primera que tuvo en la reanudación, en una jugada bastante confusa, que tras una serie de rechaces acabó en las botas de Junior para poner el 2-0 en el marcador.
Tras el gol, llegaría un cambio que marcaría el rumbo del partido. Mohamed retiró del terreno de juego a Emre Mor para dar entrada a Maxi Gómez, y el uruguayo no tardaría ni dos minutos en presentar sus credenciales poniendo el 2-1 al cabecear un buen centro de Hjulsager.
Tras el gol el Celta se vino arriba y el Betis se hizo pequeñito. Seis minutos después llegaría el segundo tanto por medio de Brais Méndez, que recibe el balón dentro del área, controla con el pecho y bate a Pau con un zurdazo inapelable. Tras el gol del Celta sería expulsado Antonio Mohamed.
El equipo vigués nunca dejó de buscar el tercer gol, y gozó de ocasiones para hacerlo, encontrándolo a seis minutos del final del partido. Nuevamente Maxi Gómez, que volvía a aprovechar otra asistencia de Hjulsager. El Celta tenía el partido en su mano, pero tan solo un par de minutos después llegaría una genialidad de Sergio Canales, que transformó en gol un libre directo con un lanzamiento fantástico.
El Celta no se rindió y tuvo el cuarto en un libre directo de Iago Aspas, que impactó en el palo, y en el rechace cuando Juncà recogió el balón en el área pequeño y no fue capaz de embocarlo al fondo de las mallas.
Sin tiempo para más, el partido agonizó dejando una segunda parte memorable por parte de ambos equipos. Empate, tal vez injusto por lo visto, pero que deja muy buenas sensaciones en el Celta. El próximo rival será el exigente Real Madrid, pero eso será otra historia.
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