Goleadas que no ocultan carencias


Foto: Atlántico Diario
Antonio Mohamed respiraba aliviado camino de los vestuarios tras la goleada ante el Eibar. Minutos más tarde sacaba pecho en la sala de prensa. El Celta ganó con autoridad ante el Eibar, una goleada que necesitaba la afición después de encadenar seis partidos sin conocer la victoria. 

El técnico argentino llegaba muy cuestionado al partido, pero la goleada no oculta las carencias que sigue mostrando el equipo en algunas líneas. Es evidente que Iago Aspas es un futbolista descomunal, capaz de cambiar el sino de un partido. El mérito de Mohamed es aprender de su error ante el Alavés y ponerlo como “9” ante el equipo azulgrana. 

Fue un acierto, sin duda. El moañés es un futbolista diferencial, que si tiene el día puede cambiar el sino de un partido, pero eso no debe ocultar las carencias que mostró el equipo en las últimas jornadas. Solo los cinco primeros minutos fueron realmente buenos. El Celta salió decidido a buscar la portería contraria y la encontró pronto. 

A partir de ahí, la nada absoluta. Decía Mohamed que la idea era explorar los espacios que dejaba a su espalda el equipo guipuzcoano, y sin duda lo logró, pero si Kike hubiese estado mínimamente acertado, o si alguno de sus compañeros estuviese inspirado, el partido cambiaría. El Celta nunca logró tener el control del mismo, perdió muchos duelos individuales y volvió a mostrar lagunas a lo largo del partido. 

La diferencia, y no es poco, es que en esta ocasión la efectividad fue máxima. Prácticamente cada disparo a portería acabó siendo gol. Y eso tiene mucho mérito, pero también es muy complicado de repetir. Para Mohamed esta goleada significa tiempo. En los últimos encuentros ha mantenido una idea similar. Si prospera en ella y trata de mejorar, la goleada habrá servido para algo. Si por contra cree que el problema ya está solucionado, su puesto volverá a estar en entredicho no tardando mucho. Ojalá sea lo primero. 



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