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| Foto: LFP |
Casi dos años después de su último partido oficial con la camiseta del Celta, David Costas fue titular con el equipo celestes. No defendía la zamarra celeste desde el 30 de noviembre de 2016, en un partido de Copa ante el UCAM de Murcia, y su último encuentro de Liga fue el 6 de noviembre de ese mismo año ante el Valencia. También en Balaídos.
El de Chapela jugó cedido en la segunda vuelta de esa campaña, y el año pasado en el Barcelona B, hasta que este verano regresó a Vigo para ganarse un puesto en el equipo. Las bajas de Sergi Gómez y Andreu Fontàs en el eje de la zaga, permitían al canterano estar en condiciones de pelar por un puesto, pero no ha sido hasta la quinta jornada cuando tuvo su primera oportunidad.
Y lo cierto es que el partido dejó luces y sombras para el central. Por un lado mostró cierto crecimiento en algunos aspectos. Mantiene su personalidad a la hora de sacar el balón, y ha ganado en contundencia, pero el mal rendimiento del equipo en defensa, no solo de los zagueros, empaña un tanto su actuación y deja ciertas dudas. Algún fallo puntual tampoco ayuda a la hora de garantizar su continuidad en el once. Con el regreso de Gustavo Cabral, sancionado en este partido, seguramente se le vuelvan a cerrar las puertas de la titularidad, pero es bueno mantenerlo enchufado y saber que si es necesaria su presencia, responderá.
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