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| Foto: Lalo R. Villar/Diario AS |
La temporada no ha comenzado nada bien para Emre Mor. El internacional turco, fichado el año pasado a cambio de 14 millones de euros, no está dando en Vigo lo que semejante inversión hacía suponer cuando fue presentado como nuevo jugador del Celta. Acabó mal con Juan Carlos Unzué, y a pesar de que Mohamed contaba con él cuando repasó la plantilla que tenía a su disposición, ha ido perdiendo importancia hasta caerse del equipo.
Jugó unos minutos ante el Espanyol en la primera jornada, y no ha vuelto a aparecer. Las necesidades del equipo siempre han empujado al técnico celeste a usar a otros futbolistas, y con la recuperación de Juncà y Jensen el número de efectivos con los que cuenta realmente el preparado argentino dificultan aún más sus opciones de jugar.
Con Emre Mor el Celta tiene una pequeña disyuntiva. Es un futbolista que tiene todavía un valor de mercado, y supone una inversión realmente importante para el Celta. Nadie duda de su calidad, pero por unas cousas u otras no es capaz de plasmar sobre el terreno de juego todo el fútbol que lleva dentro. Tiempo tiene, obviamente, pero se encuentra con el problema de que los refuerzos de este año están rindiendo a gran nivel, y le costará incluso entrar en las convocatorias si no mejora su rendimiento en los entrenamientos.
Pero tampoco se puede abandonar al futbolista, precisamente por lo que se ha gastado en él. Decía Mohamed antes de comenzar la temporada que él ponía a los mejores sin pensar en lo que cobraban o lo que el club se había gastado en su fichaje, pero para el Celta sería un negocio ruinoso que Emre no tuviese minutos, aunque solo sea para situarlo en el mercado y recuperar toda o parte de la inversión. Sin duda toda una disyuntiva para el técnico, y también para el futbolista, que debe demostrar que están equivocados todos aquellos que han dejado de creer en él.
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