El entrenador que comenzó la leyenda de Iago Aspas


Foto: Atlántico Diario
Este lunes el Celta se medirá al Girona, que cuenta en su banquillo con un técnico muy importante para entender la situación actual del club. Si miramos los números del equipo con Eusebio Sacristán en el banquillo, seguramente costará sostener esta afirmación, pero si pensamos en los canteranos que hizo debutar, entre ellos Hugo Mallo y Iago Aspas, y muchos otros que salieron en aquel año y medio, es fácil darse cuenta de la importancia que tiene su figura en la salvación del Celta como entidad, y su posterior consolidación. 

En concreto el caso de Iago Aspas es uno de los más llamativos, y eso que estrictamente no lo hizo debutar, ya que fue Alejandro Menéndez el que lo puso a jugar en una de las últimas jornadas de la Temporada 2007-08 en el Helmántico ante la desaparecida UD Salamanca. Aquel fue su primer partido, pero fue Eusebio quien apostó por él, dándole minutos en uno de los partidos más importantes en la historia reciente del club. 

Aquella famosa visita del Alavés, con la permanencia en juego, tan recordada por el celtismo, contó con el debut en Balaídos de Iago Aspas. Por entones no sabíamos la leyenda que escribiría el moañés, que empezó a redactar su legendaria biografía aquel mismo día, marcando dos goles que le daban la salvación matemática al Celta a falta de dos jornadas para el final del campeonato. 

Llegaba el Celta a aquel encuentro después de meses de lenta agonía en los que se había ido complicando la vida a base de malos resultados. El Alavés, que tampoco estaba para tirar cohetes, era el único equipo que podía enviar al Celta a Segunda B, y llegaba a aquella jornada a 3 puntos de los célticos, que no podían contar con ninguno de sus dos delanteros más resolutivos: Dinei y Kamel Ghilas. 

Eusebio convocó a Iago Aspas y Joselu, que ya había debutado bajo sus órdenes. Como era previsible, el equipo no acababa de arrancar, y Eusebio decidió darle la alternativa a Iago Aspas, con media hora por delante. Fue un acto de valentía, rayando la locura, que acabó siendo una bendición. Aspas salió y revolucionó el partido, marcando dos goles, uno de ellos ya en el descuento, que daban la salvación matemática al Celta. 

A partir de entonces, la historia es sobradamente conocida. A Eusebio siempre se le recordará por su valiente y decidida apuesta por la cantera, en tiempos de grave crisis económica. Es difícil saber qué sería del club sin esa apuesta, que permitió hacer un equipo con capacidad de ascender sin gastar apenas dinero. Han pasado más de nueve años, y Eusebio se ha cruzado varias veces en el camino del Celta, y siempre que eso sucede nos acordamos de aquel día y de como Iago Aspas salvó al Celta. 

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