Pione Sisto, sin margen de error


Foto: M. Moralejo/La Voz de Galicia
El caso de Pione Sisto empieza a ser curioso. El extremo danés llegó a Vigo hace dos veranos, como un prometedor atacante que había hecho diabluras en la liga danesa y en la Europa League, ante todo un Manchester United. Su primer año en Vigo fue muy bueno. Empezó como suplente de Bongonda, pero como todo el mundo preveía acabó haciéndose con la titularidad en la segunda vuelta, siendo muy importante mientras el Celta peleaba por hacer historia en la competición europea. 

Su gol al Genk sentenció la eliminatoria ante los belgas, y dejó muy buenos momentos en otros partidos de La Liga. Difícil olvidar su golazo soberbio al Espanyol después de una carrera de 70 metros sin que ningún rival fuese capaz de arrebatarle el esférico. Eran tiempos buenos para Sisto, mientras el celtismo hacía cálculos sobre el tiempo que faltaba para que algún grande europeo se lo llevase. 

El pasado curso debía ser el de su consolidación. Ya no era un novato y había adquirido la experiencia suficiente para dar un salto cualitativo. Su primera vuelta fue extraña. Su juego no era el mismo del año pasado, pero a cambio firmaba unas estadísticas envidiables. Fue el máximo pasador de La Liga en la primera vuelta, por delante de un tal Messi, y además marcó bastantes goles. Sin embargo su juego no enamoraba. 

La segunda vuelta fue otro cantar. El equipo se vino abajo, y Sisto siguió jugando igual, pero sin las estadísticas bestiales que salvaron su primera vuelta. Acabó desesperando a la afición, un poco cansada de ver siempre su mismo regate, en muchas ocasiones a sí mismo, sin consecuencias para el juego. 

Esta temporada, después de un discreto Mundial con Dinamarca, se esperaba que diese, esta vez sí, el salto prometido. Ahora tiene más competencia, no solo a un irregular Emre Mor incapaz de mantener su puesto por reiterados actos de indisciplina, finalmente castigados por Unzué. Ha llegado Boufal, y Emre Mor debería crecer. El pasado sábado fue un pequeño desastre, reconocido públicamente por su entrenador. No le salió nada. Tiene tiempo para corregir sus errores, pero este año tiene menos margen porque por detrás vienen pisando fuerte otros futbolistas. 

0 comentarios:

Publicar un comentario