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| Foto: José Lores/Faro de Vigo |
“No tiene techo”, resaltaba Antonio Mohamed al final del partido a referirse a Fran Beltrán. El jovencísimo futbolista madrileño, nacido en 1999, no se dejó impresionar por su debut en la máxima categoría. Cumplió desde el minuto uno, y demostró que puede ser un jugador muy útil para este equipo, no solo este año sino en los próximos, si es que el Celta es capaz de retenerlo.
No es nada fácil saltar a un terreno de juego de la máxima categoría en la posición de pivote defensivo. El salto cualitativo de los centrocampistas y los delanteros de la categoría de plata a la Primera División es evidente, pero Fran Beltrán se enfrentó sin problema alguno a ellos.
Sus primeros 20 minutos fueron brillantes, coincidiendo con alguno de los mejores momentos del Celta en el partido. Robó, y distribuyó el balón con eficacia y precisión, dejando para la galería algún cambio de orientación interesante y efectivo. Sobre todo eso último. En la segunda parte una ruleta marsellesa levantó al respetable de sus asientos.
Su entrenador está encantado con él, y su nombre era uno de los mencionados a la salida de Balaídos por los aficionados, que dan por bueno el fichaje de este futbolista, por el que el Celta pagó 8 millones de euros, cifra solo superada por los fichajes de Catanha y Emre Mor. Evidentemente está aún muy lejos de su techo. Sus prestaciones seguirán mejorando en los próximos años. Ojalá lo podamos disfrutar aquí el mayor tiempo posible.
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