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| Foto: RC Celta |
Una de ellas muestra un 4-2-3-1, con dos mediocentros, tres mediapuntas y un delantero centro, un sistema que el técnico reconoce como posible para este Celta, y que fue un clásico a finales de los años noventa o principios del presente siglo, antes de que el 4-3-3 ganase terreno. Y es este sistema precisamente otra de las opciones que maneja, un esquema de juego que hemos visto mucho últimamente en el Celta.
El pasado curso Unzué partió con la idea del 4-3-3, aunque la fue matizando con el paso de los partidos, hasta acercarse en ocasiones a un 4-4-2 en función de la posición de Aspas, que no rendía como el técnico navarro pretendía cuando jugaba demasiado escorado a la banda derecha. En tiempos de Berizzo, Aspas era el delantero centro, y ahí si que encajaba el 4-3-3 con Orellana y Nolito por las bandas, formando uno de los mejores tridentes ofensivos en la historia del club.
Como siempre ha recalcado Mohamed, no está atado a un esquema en concreto. Sí a una idea, pero no tanto al posicionamiento de los jugadores. Quiere estudiar lo que tiene y decidir cual será su formación, pero parece que estas dos opciones son las que ahora mismo tiene en su cabeza para el Celta 2018-19. Un esquema por otra parte, que dependerá en gran medida de los jugadores que se fichen, y también del rendimiento de sus futbolistas, ya que dependiendo del perfil de jugadores más en forma, el sistema va a cambiar.
— RC Celta (@RCCelta) 16 de julio de 2018
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