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| Foto: RC Celta |
A Juan Hernández nadie le ha regalado nunca nada. Nacido en Lorca, el 6 de febrero de 1994, comenzó jugando en La Hoya, uno de los equipos de su localidad natal, y para llegar al Celta tuvo que pasar antes por las canteras del Granada, con quien jugó en edad juvenil, y del Getafe, club del que llegó a Vigo en el verano de 2016.
El lorquino fichó por el Celta B con la experiencia de haber disputado más de una cincuentena de partidos en Segunda B, y tras dos años en el filial céltico se ha convertido en un sinónimo de éxito. Hernández es de los pocos futbolistas que seguían en el Celta B esta temporada con respecto al Panda Team que disputó la fase de ascenso el curso anterior.
Así pues, Juan Hernández tienen en su haber un pleno de dos de dos en fases de ascenso en sus temporadas en el filial, algo de lo que muy pocos jugadores pueden presumir. Sus cifras en el Celta B han sido muy buenas: 24 goles en 69 partidos, actuando sobre todo de extremo.
El Celta ha renovado su contrato por tres temporadas, y le ha hecho ficha del primer equipo. Una gran noticia para un futbolista que se ha ganado a pulso esta oportunidad. Veremos qué sucede durante el verano. Antonio Mohamed tendrá que tomar una decisión acerca de su futuro. La competencia es feroz en la primera plantilla, pero podría tener una oportunidad con una cesión a un equipo de Segunda División, para demostrar que todo el fútbol que lleva dentro también se puede aplicar en categorías superiores.
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