El Celta tiene una decena de jugadores cedidos en diversos equipos, pero da la sensación de que solo dos de ellos cuentan con opciones reales de integrarse la temporada que viene en el equipo. El club vigués estudiará todos los casos, analizará las carencias del equipo y lo que puede aportar cada uno de ellos, y en connivencia con el nuevo entrenador tomará decisiones, pero junto a Borja Iglesias, parece claro que David Costas se ha ganado una oportunidad.
El de Chapela, que cumplió 23 años el pasado mes de marzo, acumula a sus espaldas tres cesiones en las tres últimas temporadas. Todas a equipos de Segunda División, y cumpliendo en todas, pero tal vez ha sido la última la más llamativa. El Barcelona B le ofreció el pasado verano la oportunidad de seguir progresando como futbolista ganando minutos en la categoría de plata, y ha respondido al reto.
Hasta la fecha acumula 33 partidos, e incluso ha llegado a debutar con el primer equipo del Barcelona. Fue en un partido de Copa ante el Murcia, entrando en la segunda mitad en sustitución de Gerard Piqué. Una interesante experiencia que le habrá hecho crecer. Además entró en alguna convocatoria del primer equipo, aunque no llegó a jugar ningún encuentro de Liga con el club catalán.
Con el Celta tuvo oportunidades con Luis Enrique en el banquillo. Por entonces era apenas un juvenil que estaba muy verde, y es indiscutible que su fútbol ha progresado mucho desde entonces, curtiéndose en la categoría de plata, pero no contó para Berizzo, en dos ocasiones, ni el pasado verano para Juan Carlos Unzué. Con el Celta ha disputado un total de 24 partidos, la mayoría de ellos con Luis Enrique en el banquillo, además de otros 6 encuentros en el filial, que apenas pisó, ya que pasó prácticamente del equipo juvenil, que había alcanzado la final de la Liga ese año, al primer equipo.
El próximo verano regresará a Vigo. Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2020, y una cláusula de rescisión de 18 millones de euros, aunque el Barcelona podría hacerse con él en propiedad a cambio de 10 millones, algo que no parece muy probable. Hará la pretemporada con el primer equipo, y tendrá que convencer al nuevo entrenador de que puede ser merecedor, por fin, de una oportunidad en el Celta.
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