La generación que vio jugar a Iago Aspas


Foto: Salvador Sas
A veces resulta difícil distinguir entre el presente y la historia. Uno asiste a una serie de situaciones, de hechos, que tal vez con el paso del tiempo acaben siendo historia. Otras veces uno tiene claro que está viviendo un momento histórico. Algo así es lo que sentimos los celtistas cuando vemos jugar a Iago Aspas. Estamos asistiendo en directo, en primera persona, al paso por el Celta de uno de los mejores jugadores de su historia. Un jugador seguramente irrepetible. 

Porque en circunstancias normales Iago Aspas no estaría en el Celta. Es un futbolista que si quisiera podría estar cobrando bastante más dinero en otros equipos, incluso peleando por objetivos más ambiciosos, pero ya tuvo su ración de aventura y regresó cual hijo pródigo para instalarse definitivamente en la leyenda del club de sus amores. 

Y nosotros, simples privilegiados, formamos parte de la generación que vio jugar a Iago Aspas en directo. Algún día podremos hablar de estos a nuestros hijos, a nuestros nietos, y a todo aquel que nos quiera escuchar cuando nos convirtamos en el abuelo o abuela batallitas que todos llevamos dentro desde niños. 

Y es que el delantero moañés escribe su historia y reinterpreta la del Celta cada domingo, o cada sábado, o cada lunes, o cuando Tebas quiera. Cada partido es una experiencia, una historia, un nuevo capítulo en una interminable historia que le llevará irremisiblemente a convertirse en el más grande que jamás haya vestido la camiseta del Celta. Y sospecho, aunque solo es una sospecha, que ninguno de los presentes volveremos a vivir algo parecido. 

Debemos disfrutar y aprovechar cada momento, cada partido, cada gol, cada pase, cada toque, cada acción en la que participe. Y memorizar todo para no olvidarlo jamás. 

0 comentarios:

Publicar un comentario