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| Foto: Levante UD |
Iván Villar salió cedido en este mercado de invierno rumbo al Levante, donde por el momento no está teniendo las oportunidades que esperaba. El guardameta de Cangas pasó a engrosar el pasado verano la primera plantilla del Celta, acogiéndose a una cláusula de su contrato que así se lo permitía.
En Vigo Rubén Blanco y Sergio están por encima de él, al menos a criterio de Juan Carlos Unzué, por lo que el de Aldán apenas entró en una convocatoria, cuando Rubén Blanco estaba sancionado tras ser expulsado en Las Palmas. No volvió al equipo, por lo que la opción del Levante era apetecible. Con la operación de Raúl Fernández, el equipo granota se quedaba solo con Oier Olazábal como meta del primer equipo para afrontar la segunda vuelta de La Liga.
Era difícil que Iván Villar fuese titular, pero al menos esperaba entrar regularmente en las convocatorias de Muñiz, algo que no ha sucedido. El canterano celeste solo entró en la lista del equipo que viajó a Anoeta, viendo desde el banquillo la derrota de los granota. El resto de partidos los ha tenido que presenciar desde la grada, viendo como el canterano Koke ocupaba el puesto de guardameta suplente. No parece que las cosas vayan a cambiar mucho en lo que resta de temporada para un Iván Villar que regresará a Vigo con una nueva experiencia en la mochila, pero sin crecer futbolísticamente.
El Celta renovó recientemente su contrato hasta el el 30 de junio de 2023. Con cinco años más de contrato tendrá que replantearse muchas cosas junto al Celta para poder evolucionar como guardameta.
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